lunes, 17 de junio de 2013

Había una vez...¡un mundo!



Y estaba lleno de teatro. Hasta por las esquinas

En esa infinita suerte que tengo de dedicarme a lo que me gusta, muchas satisfacciones (y algunos dolores) me los ha dado el teatro. Me gusta mirarlo desde todos los ángulos y posibilidades. Desde dentro, comprobar el proceso de crecimiento de algo que me llegó en un papel o vía e-mail. Desde fuera, como espectadora curiosa, agradecida de que unos señores salgan a un escenario para poner en pie una representación que yo quiero pensar que es para mí (un lujo, lo mires por dónde lo mires). Desde los lados, metida entre bastidores (¡cómo sufro cuando veo que a las "cajas" les llaman "bambalinas". Menuda guerra llevo con eso). Desde delante, que es casi como desde dentro pero siendo consciente de que acompañas en un viaje en el que tú tienes sitio pero no asiento (otro lujo para mí). O desde atrás, cuando el teatro se va quedando vacío, el personaje se ha quedado en la ducha y el actor, o la actriz, o el director, o el regidor...tienen cuerpo de un cerveza para comentar las jugadas. Muchos espectadores no lo saben, pero los que están encima de un escenario distinguen cómo respiran, cómo reciben, si responden, si han "entrado" o no en el juego. El teatro es así: está vivo por todos lados, respira, aún incluso ahora, con algunos dispuestos a someterlo a un lenta agonía.

De hecho, Madrid está siendo testigo de un fenómeno estupendo: su off. Madrid tiene ahora mismo locales insospechados repletos de actores de lujo entregados a hacerte feliz durante un rato. Cafés con pequeños escenarios que derrochan arte; porterías rehabilitadas a través de la dramaturgia para cobrar vida; salones en pisos que huelen a teatro; naves industriales que quizá nunca tuvieron nada dentro...y gente que no para de crear y de montar y de dar forma a sus sueños para que al final, también sean los nuestros.



Ahí está la Kubik, integrada en la vida del barrio de Usera, con una programación para quitar el hipo. ¡Pepe Viyuela! ¡Pepe Viyuela en esa faceta de payaso que nunca deberíamos olvidar! ¡"El contrabajo" lleno de poesía! ¡"Metro cúbico" poniendo risa a la desgracia de la no-vivienda!!!!. Por favor, ¿todavía no has pasado por ahí?. ¡No sabes lo que te pierdes!!!!.

O la Casa de la Portera, lugar en el que he disfrutado como una loca con Marta Fernández-Muro revisitando su infancia con helado con sabor a tinta. O a mi Asier Etxeandía dando forma a unas paredes que tienes la sensación de que le miran...porque poseer imán es lo que tiene.

Hace pocas semanas Fernando Sánchez-Cabezudo me llevó a pasar uno de los mejores miércoles de mi vida. Lugar: Espacio Cultural La Victoria (c/ Santa Isabel, 40. Madrid). Compañía: Desvarietés Orquestina. Espectáculo: "Las lecciones de la señorita Consolación". Arte puro. Arantxa de Sarabia se sale. Voz y condiciones actorales a raudales. Gracia y picardía. Scott A. Singer le acompaña con su cara picaruela y su dominio musical. Y el tercer vértice no les va a zaga: Miguel Angel Bestard. Ahí los tienen a los 3 todavía este mes. No están las circunstancias como para no reírnos. Así que corran a verlos.



O maravillosa, resplandeciente, Estrella Blanco con "La casa de la cupletista" en Gatomaquia (c/ Sam Cosme y San Damián, 16) dirigida por su hijo Didier (¡cuánto corren algunas!) y maravillosamente bien acompañados ambos por ese ser lleno de luz llamado Ana Santos-Olmo. Llegarán grandes éxitos para este trío.


viernes, 14 de junio de 2013

Masterchef saca al cocinero que todos llevamos dentro

Masterchef, 15 concursantes de lujo y 3 jurados de excepción para un Talent Show imparable

He tenido este blog dormido durante mucho tiempo, quizá demasiado. Hoy he decidido despertarlo de nuevo, intentar tenerlo vivo, efervescente. Sé que las opiniones que doy no gustan a todos. ¡Qué vamos a hacerle! No soy de las que me escondo.

Retomo este hueco y lo hago para hablar de Masterchef, talent show que me ha traído verdaderas satisfacciones. Para empezar porque disfruta de una realización de lujo. Para seguir porque ha puesto las pilas a los cocineros que todos llevamos, o deberíamos, llevar dentro. La cocina es entretenida, creativa, divertida. No debemos tomarla como un sufrimiento sino como una actividad llena de posibilidades. no es que todos podamos ser grandes cocineros -al menos yo no- pero sí podemos sorprendernos mucho sacando partido a esos alimentos que habitan en nuestros frigoríficos.




Además, ha brindado una oportunidad de oro a 15 personas en este país y eso me encanta. 15 personas que con algún tipo de ilusión, no siempre la misma, se han enfrentado a este reto maravilloso de sacar el mejor cocinero que llevan dentro.

Lamento que Paloma no pasara del primer programa. Creo que hubiera sido una buena concursante y me gustaría pensar que si el programa tiene una segunda edición le darán una oportunidad de demostrar sus habilidades.



Para mí, ha habido 2 concursantes que no han sabido o no están sabiendo aprovechar su paso por Masterchef. Es mi opinión, así que puedo equivocarme...Noé (que ya ha salido del programa) y José David (que aún continúa). Creo que a Noé le ha dado miedo enfrentarse a sus posibilidades como cocinero, que seguro que las tiene, porque si no no hubiera superado un casting tan masivo. Noé es un buen tipo, mucho más que un chico guapo. Pero es él quien tiene que saber que puede hacer las cosas. Supongo que es cuestión de tiempo. Y José David ha ido a lo seguro y no ha sabido poner el corazón en el intento. ¡Y en la cocina, el corazón es vital!. Uno puede haber dado muchos cursos o leerse muchos libros...pero luego hay que ponerla creatividad y alma a lo que haces y tengo la sensación de que José David no ha sabido hacerlo. Habla con soberbia y, sin embargo, creo que no está tan seguro de sí como aparenta. Por eso creo que ese desmayo en la prueba de la paella tenía más de susto que de golpe de calor o agotamiento. Le intentan atacar a Clara en los tweets con ese asunto y se equivocan. Clara expresó una opinión de persona que estaba allí y apoyó mi teoría. Equivocada,quizá yo estoy equivocada, pero esta es una teoría coherente con el personaje que hemos ido viendo y oyendo. Sobre todo, oyendo. Por eso sostengo que éste es el peor concursante del programa: porque no ha creado nada, sólo ha intentado pasar a limpio lo que traía aprendido de fuera. Ya sean libros o cursos. Me da igual. Y tenía posibilidades. Para mí no la de ganar el concurso pero sí la de haber crecido como cocinero...

En su torpeza, algo humano, muy humano, ha copiado una receta de un jurado sin darse cuenta de a quien copiaba. De verdad, en la cocina casi todo el mundo copia. Pero en un concurso como Masterchef se te pide que le pongas un "algo" tuyo. José David podía haber sido un maravilloso concursante. Yo lo creí en un principio. Pero ha dejado escapar esa oportunidad, como Noé.



A Cerezo empezó a pasarle algo parecido: se enamoró de sí mismo, pensó que tenía el premio en la mano. Y aquí, hasta el final no se tiene nada más que la posibilidad de aprender cada día más. Cerezo era otro maravilloso concursante que se equivocó con él mismo. Pero habrá que seguirle la pista.

Para mí, los 2 grandes concursantes de este primer Masterchef son Eva y Juan Manuel. Dos tipos con mano para la cocina, que van, no sólo aprendiendo por momentos, si no descubriendo que tienen condiciones para eso que aman. Les veo trabajar los materiales, "parir" platos, arriesgar sin miedo y me fascinan. Sinceramente, me fascinan los 15, me parecen 15 tipos de lujo para esto, pero especialmente ellos dos.

Y Clara y Nati. La primera dará que hablar. Tiene chispa. También vacíos, por eso he sostenido desde el principio que aún no estaba preparada para ganar el concurso...Pero nos ha regalado recetas de primera y está claro que es de las que pone toda la carne en el asador. La segunda también tiene charme y creo que fuera de la presión del programa tiene futuro. No las pierdan de vista.

El bonachón de José Luis se ha sorprendido a sí mismo cuando ha visto lo que era capaz de hacer y nos ha dejado 2 platos ó 3 dignos de ser copiados sin tapujos. Maribel es todo un personaje, del que tengo la sensación que ha aportado más al programa que el programa a ella. Ha encontrado en Masterchef una oportunidad de oro para hacer algo diferente y la ha aprovechado. Me identifico tremendamente con ella y con el tipo de mujer que es: curiosa, mega-activa hasta el agotamiento y muy protectora.

Continuaré. Hablar de Masterchef es un no parar. Me quedan concursantes y 3 jurados fantásticos.
Hasta pronto


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