lunes, 26 de marzo de 2012

Los placeres de la vida pasan por Huelva

Hacienda Montija es ese lugar que estás buscando para escaparte


Por más que busco no encuentro una foto que le haga justicia a este paraíso onubense, cercano a la capital. Ni lejos, ni cerca: a la distancia justa para estar próximo a todo sin que todos estén próximos a tí. Lo dicho, el paraíso.

Llegar a Hacienda Montija y enamorarse del lugar es todo uno. He visto verdaderas caras de asombro cuando conocen este hotel al que le sobran encanto y detalles.

Para empezar en su personal. Culpa de ello la tiene la mano de Esther, su alma mater. Una hermosísima mujer que encaja perfectamente en este ambiente mágico que su hotel ofrece.


Su cocina es de primera. Porque aquí saben lo que se hacen. Apuestan por materias primas de lujo que saben condimentar sin excesos para ofrecerte una carta variada y exquisita.

También está su spa. Un rinconcito de la hacienda de paso obligado. Desde un masaje hasta un simple baño  te acercan al relax más puro. Yo podría quedarme ahí toda la vida.


                                                                                   



"Un lugar pensado para hacerte feliz" es su lema. Y hay que reconocer que lo cumplen a rajatabla.

Aún no os he hablado de sus habitaciones, pero imagino que ya os habréis ido haciendo una idea. Confluyen todas en el patio que os enseñado arriba. No son muchas, así que están decoradas con detalle y mimo.


Si de verdad no conoces este lugar, no deberías tardar mucho en ir. Hay lugares que merecen la pena. Y momentos que no tendrían sentido si no sabemos disfrutarlos. Aquí tienes un pequeño paraíso a tu alcance.

Gracias, gracias, gracias

Adolfo Fernández, un regalo en "Cantando bajo las balas"




En el escenario aparece un hombre. En realidad, medio hombre. Le faltan, a saber, una pierna, un brazo y un ojo. A mi entender, también anda escaso de moralidad y entendimiento. Pero él no lo sabe. También aparece un actor, todo un actor. Es tan magistral su interpretación del personaje de Millán Astray que, por mucho que le conozcas, se te olvida que es él. Porque el medio hombre y el actor sublime, cuando aparecen en el escenario, son uno solo.

Fernández no esta solo: a su lado, en un rincón, un pianista le acompaña para poner sintonía a los sucesos que se van narrando. No es un pianista cualquiera, es otro grande: Mariano Marín. La pareja tiene arte. Se llevan bien, y eso se nota, y disfrutan del pedazo de montaje que han puesto en pie.

El público,no digamos. "Cantando bajo las balas" es un de los espectáculos más estremecedores que hayan visto o vayan a ver nunca. Con sus guiños (parece difícil decir esto cuando su protagonista está tuerto), sus diatribas, sus peleas verbales en absoluta desigualdad de condiciones. Porque Millán Astray nos habla de su encuentro con Unamuno y aprovecha esta cita para dibujarse a través de su vida. Orgulloso de lo que narra, el personaje que le llega al espectador roza lo patético en su regodeo. Eso, de verdad, es arte. Y el tipo que lo consigue, un artista.

domingo, 25 de marzo de 2012

Ana Ozores es objeto de todo tipo de cotilleos

"La Regenta" de Clarín llega al siglo XXI





No hubieran sido estos buenos tiempos para Ana Ozores. Si ya en el siglo XIX y como protagonista de la mejor novela española de ese siglo, el personaje de Clarín sufría los dimes y diretes de una sociedad provinciana estos tiempos que corren la hubieran hecho su víctima. Así de claro lo deja este magnífico montaje que Vanessa Monfort y Marina Bollain han versionado para el teatro. Su trabajo es una verdadera delicia, un trabajo de pasamanería hecho al detalle. En el viaje a este siglo, Ana Ozores se reafirma como el ser perdido que Clarín dibujo con mano maestra.

Marina Bollain es un lujo. Dirige esta orquesta de primeras figuras con un temple inusitado. Sabe lo que quiere y sabe explicarse. El resultado es emocionante: vives la soledad en compañía, demasiada compañía, de la Regenta para sufrir con ella su tortuoso camino. Ella no quiere ser objeto de nada, sólo busca la paz que nunca tuvo. Pero el resto está demasiado aburrido como para no convertirla en el punto de mira de sus charlas alcahuetas.

Memorable trabajo igualmente de los actores, que te ponen la piel de gallina en los momentos cumbres.




Posiblemente, estamos ante una de las grandes sorpresas teatrales de este año. Un espectáculo repleto de matices, buen texto, actores sublimes, una dirección de aupa y un resultado conmovedor.


Ya se ha testado en su tierra madre, en Asturias. Y los aplausos no han podido ser más cálidos, las críticas más enfervecedoras y los comentarios más extraordinarios.


Clase magistral de un actorazo en estado de gracia

Juan Echanove se merienda el escenario


Llevo días para escribir estas líneas, conmovida como salí del teatro Latina. "Desaparecer"es un espejismo, un alarde de buena interpretación con un Juan Echanove sublime en la piel de un ser innominado que se retuerce en una agónica espiral de emociones. En ese agrio frenesí de la búsqueda, metido de lleno en un personaje tan perdido como preso, Echanove se pasea, literalmente, por todos los registros posibles, viajando de uno a otro con una sutileza memorable.

Ella, Maika Makovski tampoco es tontería. Seductora y firme, la cantante-pianista también sabe impregnar de fuerza un ambiente, a mi entender, excesivamente "gaseado". Creo que cuando se tiene una "pieza" tan disfrutable como Juan Echanove los tapujos sobran: pido desde aquí que el humo del espectáculo se minimize y que dejen a los espectadores disfrutar de la magia de esa efervescencia cruel que transmite el actor, en esa piel del hombre que busca y no encuentra.



En este espectáculo tan particular como sugerente, elaborado a base de retazos como una buena pieza de pacthword lo esencial tiene que ser visible a los ojos. No es teatro propiamente dicho, pero sobrado de magia, "Desaparecer" es un espectáculo mágico.

Los intérpretes se mueven en un espacio opresor, apenas unas estrechas ventanas parecen conectarles con el mundo. Es una habitación sencilla, que, en su blancura, nos lleva a un disimulado manicomio. Los textos de Poe van tomando cuerpo en su perversa sucesión. Claustrofóbico, hiriente, "Desaparecer" es un montaje obligado para ver. Bueno, o para escuchar que, como ya he dicho, en cuestión de visibilidad "gasta" problemas.

lunes, 19 de marzo de 2012

Larga vida al traidor

"Macbeth"


Hay tragedias de Shakespeare que merecen dos terapias. Como la de este personaje atormentado por su ambición y sus miedos...que podrían convertirle en un bufón pero le hacen cruel. El personaje existió: fue rey de los escoceses entre 1040 y 1057. Tiempo suficiente para armarla gorda. La traición es lo que tiene.

Helena Pimenta montó este texto de Shakespeare hace casi 2 años. Veníamos de las loas y aplausos que la reposición de "Sueño de una noche de verano" nos había reportado y el reto era complicado. Pero se hizo, se hizo. Lleno de magia, con un decorado prodigioso concebido por José Tomé, el universo del 3D permitía dibujar el universo de Shakespeare al milímetro.

José Tomé se metió también en la piel de "Macbeth". Personaje complicado, lleno de aristas, Tomé ha insuflado a su rey de tanta ternura como fuerza. Luego está la maravillosa Pepa Pedroche. Aviso: se me puede caer la baba hablando de ella. No se puede pisar mejor un escenario. Ni decir mejor. Un lujo. Hacían buena pareja estos "Macbeth" de Ur teatro. Y hacen.


Porque seguimos de gira. Un no parar.

El resto del elenco no le va a la zaga. Especialmente mi querido Oscar Sánchez Zafra, otro lujazo de actor al que le he visto salvar más de un montaje.

De la iluminación y del coro todos elogios. De los iluminadores de teatro de este país hablaré aparte, porque  vaya regalazos nos están haciendo últimamente. Aquí, Felipe Ramos se sale.

El coro me hizo llorar el día del estreno. ¡Por favor! ¡Qué voces! ¡Qué manera de vivirlo!

Le queda larga vida a este Shakespeare. Afortunadamente para todos.

Por amor al arte


Carteles para el Festival de Cine donostiarra


Los que visitéis esta página sabréis ya, recién empezada como quién dice, de qué va y de qué no va. Va de la vida, de la cultura, del ocio, del espectáculo, el arte...Y no va de política, de malos rollos, de acusaciones sin fundamento. Es una página positiva, para apoyar el teatro, el cine, la gastronomía, las exposiciones, a los amigos, el arte, los viajes, los buenos momentos.

Hay mucho de arte en el trabajo de Javier Naval. Acaba de hacer un cartel para "Málaga", la función de LuKas Bärfuss que dirige Aitana Galán verdaderamente memorable. Y se ha presentado al concurso de carteles que ha convocado el Festival de Cinde de San Sebastián para su sexagésima edición.

Creo que valen la pena. Más que eso: creo que son arte puro.


Este es el cartel que ha pensado para la sección oficial. Yo soy donostiarra, cinéfila y he vivido ese certamen desde dentro durante varios años. Y puedo deciros que este diseño habla de lo que es la ciudad en esas fechas de septiembre: porque el cine inunda de luz la ciudad easonense desde el Kursaal y todos vivimos a su ritmo. Afortunadamente.

San Sebastián es una ciudad hermosa, llena de entusiasmo por el arte. Un lujo toda ella: su gente, sus playas, su luz, su gastronomía... y su interés por el cine. De verdad, visitad la web www.sansebastianfestival.com y votad este maravilloso mensaje de Naval al mundo.

También ha propuesto este otro para la sección de nuevos realizadores



Miradlo bien. Otra imagen llena de detalles. De esos carteles para enmarcar. ¿O no?. También podéis votarlo.

Y para Zabaltegui, una ventana abierta al mundo como la de un aeropuerto, con la magia de este espacio y con la primera referencia que buscamos cuando alcanzamos a llegar a cualquiera de ellos


Aquí tenéis sus propuestas. Sería fantástico que las apoyaseis.

domingo, 18 de marzo de 2012

Sección nuevos directores

Pedazo de cartelón para el certamen donostiarra


Mi querido Javier Naval ha propuesto un cartel maravilloso para una de las secciones del Festival Interrnacional de Cine de San Sebastián. ¿Qué os parece?



A mí, particularmente un lujo. Espero que lo elijan aunque sólo sea porque lo impriman y poder enmarcarlo. Insiste el personaje de Millán Astray en "Cantando bajo las balas": "los detalles, los detalles". Y eso supone para mí esta propuesta. Una suma de detalles que hablan de lo que tienen que hablar. A saber, cine, y de nuevos aires.

Lo podéis votar si entráis en www.sansebastianfestival.com