Javier Gutiérrez, ¡qué grande eres!
Ese regalo actoral de " La isla mínima" es impagable
No me cansaré nunca de decirlo: le quiero y le admiro. Es un amigo que siempre está ahí. Y que me regala de continuo fascinantes viajes a través de sus variados personajes. Muchos lo han conocido a través de su personaje en "Águila Roja", ese medio tontorrón ( y digo medio, porque esconde más astucia que miedo) de Satur.
Pero Javier Gutiérrez es mucho más. Como actor ha conseguido borrar mi memoria. He ido a verle al teatro en montajes de lo más diferentes y ha conseguido que me olvide de que le conozco y que le mire como el personaje que me dibuja sobre el escenario. No todos los espectáculos en los que le he disfrutado eran estupendos. Algunos, ni siquiera buenos más que en sus intenciones (y lo agradezco). Pero Javier Gutiérrez no sólo se salvaba...lucía. Sin hacer sombra a los compañeros, sin ir por libre, "remando" con ellos. Pero lucía. Javier aparece en un escenario y lo ilumina todo. Tiene ese don.
Quizá eso tenga que ver con su personalidad, divertida y generosa. Porque Javier es de los que lo da todo en la vida y en el trabajo. Y, claro, cada vez que sales de disfrutar su arte en algún sitio tienes ganas de correr a llamarle por ponerle tanta ilusión a su empeño como a tu vida.
Anoche fui a ver "La isla mínima". Ya me habían hablado de la película y de su trabajo. Los amigos que tengo en el festival de Donosti me loaban su papel. Pero hay que verlo. Hay que verle trabajar como una filigrana ese papel cargado de vericuetos que asume en la película. Hay que observar su mirada, que lo dice todo de un plumazo. Su cuerpo, que te narra lo que le va ocurriendo. O cuando gira la cabeza. Detalles, quizás tonterías. Pero te hablan de él y de cómo sabe hacer de cada uno de sus papeles un trabajo artesanal e impecable.
Hoy sabremos quienes son los ganadores de las respectivas Conchas de Plata de ese Festival de Cine de San Sebastián en el que he trabajado en varias ediciones. No sé lo que piensa el jurado, no los conozco. Ni siquiera estoy allí como me hubiera gustado. Sólo se´, sin ver el resto de películas, que es imposible que haya un actor de la talla de Javier Gutiérrez en ninguna de ellas. Así que, desde aquí, no sólo le deseo lo mejor para esta noche si no que le hago saber que para mí es el ganador absoluto pase lo que pase. Y le vuelvo a dar las gracias por regalarme de nuevo un maravilloso viaje a otro lugar del que he vuelto cargada de lágrimas y de orgullo. Va por tí. Pase lo que pase esta noche.