viernes, 20 de julio de 2012

"La tempestad" a la altura de Shakespeare

Cartografía inusitada


Cuando una descubre de repente que hace ya mucho que tiene una sonrisa en la boca y los ojos ni siquiera pestañean mientras atiende a la versión, juguetona y libre, que Sergio Peris-Mencheta ha puesto en pie de "La tempestad" de Shakespeare aprecia mejor lo que ha tenido la suerte de ver. ¡Y mucho más que ver!. Esta "tempestad", al igual que las climatológicas, te envuelve, te arrastra, te incorpora, te lleva y te trae, te transporta, te engulle. Oye reír al público con estos actores que están para comérselos y te sientes feliz. 

Impagable este viaje a los territorios emocionales por los que te traslada Peris-Mencheta, que sabe lo que se trae entre manos. Está todo hecho con un mimo, con una delicadeza, con una ganas...A mi lado, una panda de jovenzuelas vibraba. Quizá porque, ¡por fin!, entendía a Shakespeare. Y entenderlo es amarlo.
 




Toño, Dudu, Pepe, Xabier, Víctor, Quique, Raúl, Javier...¡Qué frescura! Se te olvida que les conoces y te dedicas a celebrar cada frase, cada momento, cada risa, cada silencio. ¡Cómo se nota que ellos mismos lo están disfrutando !. Y eso que no paran, que cambian de personaje con una facilidad inusitada. En esta propuesta llena de ingenio, la idea de transformar el texto del bardo de Avon en metateatro resulta delicioso.




Esa es la idea, el guiño: hacerte sentir parte del juego, involucrarte hasta los tuétanos. Cada personaje es un descubrimiento, una sorpresa. No hay artificio en este espectáculo: todo fluye no sólo ante tí, si no contigo. Y tu no puedes más que dejarte llevar, descubrirte de repente con una sonrisa en la boca y celebrarlo. Regalos así no te "ocurren" todos lo días. Larga vida a "La Tempestad" según Peris-Mencheta.




Estas maravillosas fotos son de Antonio Vicente y las podéis bajar de mi web.

miércoles, 11 de julio de 2012

Olmedo es puro teatro

Olmedo Clásico se viste de largo.

Vamos con el certamen, que merece mención aparte. Se dejan las entretelas en este festival castellano para que lo mejor del teatro clásico nacional (e incluso internacional) pase por su corrala o por el centro de artes escénicas San Pedro. Ya os he contado que la primera vez que conocí los 2 escenarios me quedé agradablemente sorprendida.

En el primero he disfrutado tremendamente con Fernando Cayo, Rafael Álvarez "El Brujo", los chicos de Marta Torres, Pepa Pedroche, Oscar Zafra, el esmero de Helena Pimenta, el trabajazo de Ricardo Iniesta, las risas con el teatro valenciano o Morboria...un no parar.




En San pedro, el público pudo disfrutar, por ejemplo, el pasado año de Nuria Espert en ese regalo que le dirigió con mano exquisita Miguel del Arco. Dos espacios maravillosos, el uno al aire libre; el otro, una iglesia convertida en teatro. Dos buenos lugares para disfrutar del escogido teatro que pasa por Olmedo.




Pues id apuntado lo que viene este año, que no tenéis excusa para no venir. Empezamos el viernes 20 de la sabia mano de Ana Zamora y sus "Farsas y églogas" de Lucas Fernández. Ana ama esto con locura y ha hecho apuestas muy personales y difíciles de las que ha salido muy bien parada. Porque sabe lo que hace y porque quiere lo que sabe.




Seguimos el sábado con "Noche de reyes", un Shakespeare con todas sus consecuencias, servido en plato de lujo por Eduardo Vasco, que ha retomado su actividad con su compañía, Noviembre, después de haber dejado un, a mi entender, maravilloso recuerdo en la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Ahí demostró que los clásicos tienen un sitio entre el público, que se puede disfrutar tremendamente de ellos con trabajos bien hechos.





Y cerramos nuestro primer fin de semana de esta VII edición llega al domingo para exhibir sobre las tablas de la corrala (todas las citas del fin de semana son en la corrala), "El médico de su honra", uno de esos textos de Calderón de la Barca que no pierden vigencia. El certamen de Olmedo está muy unido a Teatro Corsario, compañía que fue dirigida por Fernando Urdiales durante años. Fernando, co-director del certamen hasta su muerte, fue un tipo peculiar, inteligente, cariñoso, culto, sublime. Va por él.





Continuará...porque hablar de Olmedo es no acabar nunca.

lunes, 9 de julio de 2012

Teatro y termas

Olmedo Clásico, el paraíso.


Ya no queda nada, nada para que arranque la séptima edición de Olmedo Clásico. Del 20 al 29 de julio una oferta cultural importante bañará esta villa castellana de una vida muy particular.

Mucha gente aún no sabe dónde está Olmedo...¡y no saben lo que se pierden! Yo llegué allí en el 2009. Iba un poco "acojonada", si se me permite la expresión: era una propuesta diferente, no sabía nada del certamen y ¡yo tampoco conocía Olmedo!. Es un lugar que enamora. Los ulmetenses son para comérselos uno a uno: gente cálida, que te recibe con los brazos abiertos. Así han conseguido lo que han conseguido: que el que pasa por allí, vuelva. Regrese una y mil veces a disfrutar de su ambiente acogedor, de sus bares con barras tradicionales, de su gastronomía de aupa y de su balneario.

El caso es que me involucré en su festival de teatro, que Benjamín Sevilla, uno de sus co-directores y al cargo también de la trama turística del pueblo, me vendió con tal pasión que me envolvió por completo. ¡Nunca sabré cómo darle las gracias!.




Y aquí estamos. En un festival en el que es obligado venir con bañador. Porque Olmedo cuenta con un balneario de primera, en el que da gusto pegarse unos bañitos para disfrutar de sus aguas y de sus chorros.
Por la mañana, quienes vienen, tienen tiempo para el relax y pueden disfrutar del balneario, o acercarse a visitar el parque temático sobre castillos que nos permite conocer todos los castillos de la zona en tamaños reducidos e incluso meternos en alguno de ellos, o pasear por el pueblo y dejarse llevar, o visitar el Palacio del Caballero para empaparse del Siglo de Oro como quien hace un viaje a otros tiempos.






Espero haberos puesto los dientes largos. Y espero que se lo contéis a todo el mundo.
Del festival de este año (por aquí han pasado Nuria Espert, El Brujo, Fernando Cayo, Eduardo Vasco sistemáticamente y tantas personas interesantes) y de la estupenda gastronomía del lugar (entre otros, 3 grandes restaurantes que dejan al visitante fascinado por su calidad y oferta) os cuento dentro de muy poquito. Por ahora ir tomando tierra con este maravilloso pueblo de la provincia de Valladolid que es un lujo para quien se acerca a él. ¡Pásalo!


domingo, 8 de julio de 2012

Un sueño lúcido


Amelia Ochandiano maneja firme.


Ayer me hicieron un regalo, un maravilloso regalo en forma de montaje teatral. Soberbio. Un texto de Rafael Spregelburd (no es nombre sencillo de escribir, pero una se va acostumbrando) que responde al nombre de "Lúcido" y que dirige con mano férrea Amelia Ochandiano. Lo mejor que le visto nunca, y mira que yo estoy enamorada de ese pedacito de teatro que se llama "Mi mapa de Madrid", por ejemplo.

Esto es otra cosa. Con una sinopsis complicada de narrar pero que transita por el absurdo más voraz, la risa te va consumiendo en la butaca a base de bofetadas. Los personajes dejan caer frases que te llegan como guasa pura pero que encierran mucho dolor. Incluso mucha rabia. Ellos no se ríen cuando las dicen. A veces tienes la sensación de que ni siquiera las han pensado. Pero en esta función llena de detalles todo está medido al milímetro. Complicado y esforzado trabajo el que ha llevado a cabo Ochandiano en un texto que se ve que se ha estudiado y que conoce al milímetro.






Los actores están sublimes. En la primera escena, nos encontramos con todos y, sin darnos cuenta, nos arrastrarán a su particular universo del absurdo. Cada uno tiene su "pedrada", lo iremos sabiendo en el transcurso del relato. Todos están desvalidos, perdidos. Y todos caminan magistralmente hacia el mismo sitio como actores. No hay excesos, ni trucos. Es cuestión de mirarles y escucharles. Una delicia.

Isabel Ordaz devora a su personaje de la madre. Se van a sorprender de encontrarla en un registro en el que  no la conocen. Itziar Miranda transmite a fondo; Alberto Amarilla me ha dejado sorprendida con su dominio y Tomás del Estal equilibra con sabiduría y magisterio a esta panda de seres desorbitados, enganchado en una extraña telaraña de sentimientos.

Se estrena el 4 de agosto en Avilés y tiene previsto recalar en Madrid a partir de diciembre en la Valle-Inclán. Uffff. No se la pierdan. Incluso recomendaría que la vieran dos veces. Cuando vayan la primera vez entenderán de que les hablo.