domingo, 15 de abril de 2012
Esos maravillosos rasgos de locura
Pabellón 6, el sueño delicioso de un mágico insensato.
Lo dice Jack Kerouac "la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas". A mí, no sólo me pasa lo mismo, si no que, desde hace mucho, me se integrada en este grupo de chalados indestructibles que aman sin fisuras porque no se aburen con lo que hacen. Porque "hacer" y "vivir" deberían ser lo mismo.
En esta panda de tarados irrecuperables está también Ramón Barea. Y todos los que con él comenzaron a dar forma a un proyecto ilusionante como Pabellón 6. Por ejemplo, mi muy querido José Ibarrola. Tengo la suerte, presumo de ello, de ser socia fundadora de espacio que no sólo me permite a mí respirar arte si no que ha abierto caminos a otros. Es más, tengo la suerte de haber inaugurado este viaje a las emociones con ese montaje que adoro y del que formo parte, "Cantando bajo las balas".
Casi un año después, las ilusiones a flor de piel, Ramón Barea buscando, el público encontrando el sitio, los artistas disfrutando, Bilbao celebrando que un espacio nuevo insiste en que la ciudad puede ser moderna...
He pasado ratos estupendos desde entonces. Y me alegro de que vaya creciendo. En su interior y en el corazón de los bilbaínos. Así está ahora, según me informa Ramón Barea. ¡Ay, Ramón! ¡Que maravillosa locura esta en la que me imbuiste! Y cuánta energía le dedicas a este bombón que van saboreando poco a poco tus paisanos.
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