El otro día el New York Times exhibía en portada una recomendación de los vinos de Rioja. Son tantos, tan variados, tan maravillosos que otro día les dedicaré un tiempo. Al menos, me consta que conocen su existencia.
Hoy voy ha centrarme en su cocina, en la riojana. Y, especialmente, en un restaurante que hay en Madrid que puso en pie hace ya unos años una apuesta por la cocina riojana moderna, sin tapujos, con dos narices: Algarabía (C/ Unión 8).
En este país, tan rico gastronómicamente hablando, algunas cocinas están lamentablemente ninguneadas. Una pena que no hagamos un intento por adentrarnos en propuestas tan sabrosas en las que los ingredientes recobran otro sentido. Las hermanas Muro, Pilar e Isabel, saben mucho de eso porque se reinventan todos los días.
Aquí las tienen. Como son: alegres y trabajadoras. Inteligentes y amorosas. La cocina de Pilar es un lujo. Primeros productos, seleccionados con criterio, elaborados con mimo. Cualquiera de sus propuestas es más que defendible. Creo que deberían visitar su coqueto comedor de Ópera y dejarse llevar por ellas. Pero intenten, por lo menos, probar sus croquetas de espinacas o sus trigueros para empezar un estupendo festín.
Elegir un segundo plato tampoco es fácil. Su bacalao a la riojana es un verdadero lujo. O su rabo de toro. Aquí encontrarán un plato que difícilmente les ofrecerá otro restaurante en Madrid: el chumarro, un lomo de cerdo asado que se presenta muy hecho por fuera y muy crudo por dentro. Una delicia, un manjar.
En temporada, estas dos riojanas se atreven con los magníficos caparrones de su tierra. Absolutamente recomendables. Sabores de la tierra cocinados al estilo Muro.
Sus postres son toda una provocación. Un trabajo elaborado con esmero que ponen un estupendo broche a sus recetas.
La modernidad de su cocina está en los toques que la cocinera da a sus platos. A partir de la cocina tradicional, Pilar añade su sello personal. Sabores que nos tocan la memoria se mezclan con pinceladas de gloria del siglo XXI.
Pero hay otra hermana, la mayor, Isabel, la que rige los destinos del comedor y la que les recibirá cuando lleguen. La misma que ha decorado el local, que lo viste con flores todo los días o que cuelga las hermosas fotos de sus viajes en las paredes del local.
Si tienen una cita, enamoren ahí a su acompañante. Si quieren reunirse con los amigos, este es su sitio. Si tienen ganas de comer bien, quizá platos distintos, a precios más que razonables, Algarabía puede ser lo que está buscando.
Caparronesssss!!!! Cuándo quedamos, Maritxu mía, pa echarnos unos buenos caparrones, eso sí, de plato único porque como comamos otra cosa además de ellos fijo que reventamos. Besos, guapa.
ResponderEliminar¡Cuando quieras! ¿Cómo va tu agenda? He visto que vas en una de las listas que se presentan a la SGAE. En serio, pon fecha. Besotes
ResponderEliminar